Historia sobre tunicas de cofrades.
Hasta el siglo X solo existía una única pena que era la práctica de la penitencia pública.
Una costumbre muy arraigada, con la particularidad concepto de cristiano y dicha pena en la Edad Media, se establece esta práctica en vestir de saco a los moribundos para que pudieran morir como penitentes.
Con el paso del tiempo van surgiendo asociaciones y grupos de carácter penitencial, que como señal de identidad estos van adoptando una vestimenta única y particular para cada grupo.
Estos arrepentimientos se trataban principalmente en la flagelación, la vestimenta se componía de una túnica, algo corta de basto lienzo crudo con una abertura en la espalda o el pecho con el fin de poderse desabrochar, donde se dejaba caer sobre el cinto a la vez que se flagelaban.
Estas túnicas se ceñían a la cintura con una soga de esparto, estas sogas pasadas antes por el cuello y se anudaba en el pecho. Los penitentes normalmente iban descalzos, y se cubrían la cabeza con capirote de la misma tela que la túnica.
Fue a partir del siglo XVI cuando los capirotes se solían llevar altos.
Con el paso del tiempo estas costumbres fueron cambiando, estas penitencias se fueron acompañando por el quejido de las trompetas, por esto se va creando otro tipo de vestidura penitencial, que con el paso de los siglos, con diversas variantes y cambios hasta llegar hasta hoy.
Las túnicas van teniendo gran influencia de las sotanas propias de los nobles y clérigos de la Edad Media, prenda que en color negro se usaba como prenda de luto.
Desde el año 1502, la sotana en color negro de paño, cerrada y con una larga cola, fue una prenda usada por la realeza. Según el largo de la cola era la que marcaba el mayor o menor sentimiento de dolor.
Al final la sotana con aberturas laterales para poder sacar las manos, de cola larga, fue adoptada como vestidura penitencial. Como complemento a estas túnicas estaba el capuchón que cubre la cabeza.
Cada hermandad según su tradición fue adquiriendo su vestidura en particular para sus hermanos, referente a las telas y los colores. El tejido más adecuado era el lino, cáñamo o estopa, pero siempre crudo, con el paso del tiempo se empezó a utilizar el ruan.
En cuantos a los colores en un principio solo se usaron tres colores, el blanco crudo, el morado y el negro.
El capirote en sus comienzos era sencillo gorro de
tela que cubría la cabeza y el rostro, pero más tarde se dejó crecer en altura por su
similitud con la corona de los penitenciados por la inquisición.
La cofradía de Santa Cruz en Jerusalén, los penitentes se cubría el rostro con una peluca larga y con una corona de espinas, llevando por mayor penitencia una cruz al hombro, por eso se empezaron a llamar nazarenos, nombre que con el tiempo se extendió al resto de las cofradías.
Los actuales cinturones de esparto vienen de las antiguas sogas al cuello, muy utilizados durante los siglos XVII y principios del siglo XIX.
Cintos de una cuarta de anchos y de terciopelo. Cofrades.
La utilización de los escapularios se debía más a la semejanza con los hábitos de alguna orden religiosa.